El Real Madrid femenino rompió la hegemonía del Barcelona, en el Clásico español tras cinco años y 19 enfrentamientos sin conocer la victoria. Las madridistas se impusieron 3-1 en el estadio Olímpico Lluís Companys de Montjuic, marcando un momento histórico en la liga femenina española.
El primer tanto llegó al minuto 41, cuando Alba Redondo aprovechó un centro preciso para cabecear y poner al Real Madrid al frente. El Barcelona logró igualar el marcador al minuto 67 con un gol de Caroline Graham Hansen, pero la esperanza blaugrana se desvaneció en la recta final del partido. La escocesa Caroline Weir se convirtió en la figura del encuentro al anotar un doblete en los minutos 87 y 90+6, sentenciando el triunfo merengue.
La polémica no estuvo ausente, ya que la árbitra Olatz Rivera anuló un gol de Jana Fernández al minuto 82 por fuera de juego, una decisión cuestionada tanto por las jugadoras como por los aficionados presentes.
Alexia Putellas, capitana del Barcelona, expresó su desacuerdo al término del encuentro: “Estaba convencida de que no era fuera de juego”. Cabe destacar que en la liga femenina española aún no se utiliza el VAR, lo que añadió más tensión a la decisión arbitral.
Este resultado significa mucho más que una victoria para el Real Madrid. Tras imponerse 2-0 al Arsenal en la ida de los cuartos de final de la Champions, las dirigidas por Alberto Toril suman dos triunfos consecutivos ante rivales de alto calibre, fortaleciendo su confianza y proyección internacional.
El contexto climático tampoco fue sencillo para las jugadoras. Una fuerte granizada cayó durante el partido, añadiendo dificultad a un encuentro ya de por sí exigente. Sin embargo, la entrega y el rendimiento del Real Madrid femenino prevalecieron, logrando una victoria histórica que podría marcar un antes y un después en el fútbol femenino español.
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Con esta victoria, las merengues se colocan a solo cuatro puntos del Barcelona en la liga, abriendo la posibilidad de una competencia más cerrada y emocionante en lo que resta de la temporada. La afición blanca celebra el triunfo histórico, mientras que el Barcelona enfrenta el desafío de levantarse y mantener su dominio en el torneo doméstico.
Por: Redacción.
